Los mejillones son para muchos el marisco más pobre de todos cuantos puedan ponerse a la mesa. A pesar de lo que pueda parecer tienen un enorme valor nutricional y pueden considerarse como una joya gastronómica dado su alto contenido en vitaminas, aminoácidos y minerales. Los mejillones, en Bilbao también son conocidos con el nombre de mojojones, pueden prepararse de diferentes maneras: en salsa verde, al vapor, con vinagreta o con tomate, que puede llevar cayena, si se quieren comer picantes -entonces son conocidos como tigres- o no. También rellenos, realmente sabrosos. Los mejillones de mayor tamaño y más carnosos que los moules, tan apreciados por nuestros amigos del Norte de Europa -especialmente por nuestros vecinos belgas y franceses- son el aperitivo perfecto en la barra de un bar o un entrante ideal para comenzar una comida con fundamento.

Las Parrillas del Mar (Getxo y Bilbao)

Los mejillones, que ponen directamente un cazuelón en salsa verde o con tomate, al gusto del comensal, es uno de los platos más representativos y renombrados de este local. Su salsa resulta muy similar a la verde clásica pero con un toque muy especial. Lo mejillones se limpian perfectamente y sin dejar ninguna barba. Se preparan con aceite extra virgen, perejil, ajo, vino blanco y un ingrediente que los propietarios no quieren desvelar, ya que es uno de los secretos mejor guardados de la casa y que consigue que esta salsa sea tan rica y singular.

El Hogar del Pescador (Santurtzi)

En el popular Hogar del Pescador, también conocido como Mandanga, ubicado junto al puerto pesquero de Santurtzi, los mejillones, que traen de Galicia y ponen en salsa verde o con tmate, son muy carnosos. Para hacer la salsa verde ponen a dorar -en aceite de oliva- ajo y guindilla seca. Una vez dorados, se echan los mejillones, sal, perejil y un chorretón de vino blanco. En el momento en el que el molusco está abierto y el vino blanco se ha evaporado, se engorda la salsa con un poco de pan rallado. En los de salsa de tomate, primero se abren los mejillones al vapor y a continuación se les echa la salsa con un poco de picante.

La Batea (Santurtzi, Barakaldo, Bilbao)

La filosofía de estos locales, ubicados en Santurtzi, Barakaldo y Bilbao, es acercar al personal los productos gallegos, en especial los mejillones cogidos cada día en las bateas de las Rías Gallegas, principalmente en la Ría de Arousa, a un precio muy asequible. En esta casa se pueden disfrutar de estos moluscos, con la certificación de la denominación de origen Mexillon de Galicia, en cualquiera de sus variantes: cazuela al vapor 'La Batea' -un kilo de mejillones al vapor-, a la marinera, con vinagreta, rellenos o tigres, que ponen con tomate picante.

Baste (Bilbao)

El mejillón relleno de este local, que se sirve caliente y se come con cucharilla, es un clásico de Bilbao. Los moluscos se ponen al vapor y a continuación se prepara el relleno con abundante cebolla picada muy bien rehogada, el molusco troceado, el agua que ha soltado el propio mejillón al cocerse, tomate frito, pimentón dulce y picante. La cáscara del molusco se rellena con la masa ya fría y se cubre con bechamel. Se empanan con harina, huevo y pan rallado y se fríen.

Casas de Marino (Plentzia)

Los mejillones al vapor son uno de los platos para comenzar una buena comida en el restaurante hotel Casa de Marinos, ubicado a pie del puente de Plentzia, al comienzo de la ría, donde ejerce como cocinero Juan María Díaz. Los mejillones se cuecen durante uno breves minutos, para que se abran, con agua, vino blanco, perejil, ajo, aceite y sal. Una vez abiertos, se sirven con el propio caldo de la cocción, que está sabrosísimo, y una rodaja de limón por si el comensal quiere terminarlos con unas gotitas.

Con la misma filosofía que en el resto de establecimiento hermanos, La Batea ha traído a Bilbao los sabores de Galicia. Su producto estrella es el mejillón, con denominación de origen protegida, que llega vivo al establecimiento. Lo preparan de múltiples formas, con salsa de tigres, a la marinera, a la vinagreta, al vapor e incluso relleno. Servido por raciones o por cazuela en el caso de que sean al vapor, y acompañado con las salsas que se elijan.

La carta de La Batea contiene también zamburiñas, lacón, pulpo, pimientos de Padrón... todo el género recién traído de tierras gallegas.

Un local amplio y céntrico, de 200 m2, a 200 metros del Guggenheim y ambientado en las rías gallegas, suma a su espacio una pequeña terraza habilitada con mesas altas. Dispone de una zona de comedor al fondo, con servicio de mesa y también de una zona en la barra para picoteo de raciones y tapeo. Buscan que su clientela familiar se sienta a gusto, para lo cual le brindan una experiencia completa de “comer bien y buen trato”.

Para acompañar tienen una completa selección de vinos gallegos y vino de bodega propio, el albariño Vanidade. Completan su bodega ribeiros, tintos y txakoli de Galicia.

La Batea ha sabido adaptar su oferta al turista, al que ofrece la carta traducida al francés, inglés y, por supuesto, en euskera. Idiomas que también habla el personal, para hacer que el cliente se sienta como en casa.

En su afán por acercar al cliente los sabores de Galicia, son pioneros en Bilbao ofreciendo raciones y picoteo de allí en exclusiva. Una iniciativa que ha sido muy bien acogida en la capital vizcaina por clientes de todas las edades, según comentan satisfechos sus responsables, que también tienen establecimientos similares en Barakaldo (C/Landaburu, 9) y Santurtzi (Capitán Mendizabal, 4).

Como atractivos añadidos de su oferta, con cada consumición ofrecen dos tapas gratis y no cierran por descanso semanal. Abren de lunes a domingo  para comidas y cenas.

Hace seis años que Francisco González y José Manuel Almaraz abrieron la Mejillonería La Batea en Barakaldo, calle Landaburu. La idea era ofrecer a sus clientes productos de Galicia. Que los pudieran picotear de manera informal mientras se toma un vino o cerveza. Lo primero que hacen en esta casa es recibir a sus amigos con una tapa gratuita, especialmente mejillones de la ría de Arousa, también conocidos como mojojones, garantizados por la denominación de origen Mexillon de Galicia.

En 2013, Paco y José Manuel abrieron un segundo local en Santurtzi, al comienzo de Capitán Mendizábal, que tiene notable éxito en la localidad marinera. Ayer por la noche abrieron un nuevo local en Bilbao, en esta ocasión en Iparraguirre 17, el local donde se encontraba Don Chufo.

A la inauguración, que arrancó con la muñeira interpretada por el grupo de gaiteros A Casa da Traula de Rekalde, acudieron centenares de personas. El restaurante, a las ocho de la tarde, estaba completamente abarrotado; los camareros apenas podían pasar con sus bandejas.

Y eso pese a sus doscientos metros cuadrados, donde hay diecisiete mesas altas en las que el personal puede disfrutar de excelentes productos de Galicia a un precio muy asequible: mejillones al vapor, con vinagreta, a la marinera o rellenos, tigres, zamburiñas, txipirones encebollados, calamares fritos, pulpo a feira, anchoas fritas, croquetas, ensaladilla rusa, patatas bravas, callos con garbanzos, pimientos de Padrón, oreja, lacón, cachelos, criollada, queso de tetilla, tarta de Santiago o de orujo... Todo ello acompañado de albariño Vanidade, de cuya bodega ambos propietarios son socios, diversos vinos gallegos y de la denominación de origen La Rioja. Eso sí, no se sirven café ni combinados.

En la fiesta inaugural estuvieron Xabier Ochandiano, concejal del Ayuntamiento de Bilbao, Millán González, Nati y Paqui Ortega, Patricia Mera, Conchi Gochi, Teresa García, Goyi Castelo, Meri Saborido, Begoña Alonso, Mila Bárcena, Merche Casado, Alfonsi González, Charo López, Isabel Franco, Puri Ruiz, Edurne Uriarte, del vecino restaurante Los Peces, Inés Bravo, Lola Gordejuela, Esther Tejada, Marisol Martínez, Eneko González, Javi García y Teresa Portugal. Asismismo acudieron Mila Ronco, Tania López, Sergio Perea, Roberto López, Amparo Cabezudo, Mariví Esgueva, Juanjo Montejo, Carlos Fernández, Anabel Maestro, Liz Coronado, Natalia Yabeta, Jhonatan Montoya, Pedro Arnedo, Ana Bustamante, Carmen Llano, Iván Pérez-Yarza, Julen Sánchez, Joaquín Roncero, Ana Isabel González, Ana Ojinaga, José Ramón Mendoza, Eva María Díaz, Maika Rodríguez, Aline Hernández, Arantza Zulueta, Gabriela Criado, Carmela Regúlez, Begoña Barandiarán, Begoña Donés, Jon Arrieta, Marta Castelló, Erika Ituarte, José Antonio Larrínaga, Gonzalo Blanco, Vanesa Pérez, Luis Rodríguez, Óscar del Hoyo, Javi Ipiña, Edu Gallo, Jon Legarreta, Javi Gastaka y Amaia Gamboa.

Agaita soa na rúa Iparraguirre. La gaita suena en la calle Iparraguirre. Desde la altura del número 17 del embaldosado bilbaino, el sonido se expande a lo lejos. Incluso, el Cantábrico, que hermana a gallegos y vascos, recogería ayer ciertos aires de las muñeiras que inauguraron La Batea, el hogar en tierra de los mejillones.

Inaugurado en Iparraguirre, 17 el restaurante La Batea, que pone sobre la mesa productos gallegos, en especial, mejillones.

El restaurante, que pone en la mesa productos del mar entre otros manjares de la sabrosa Galicia, recorre ahora la ría, porque después de sus locales en Santurtzi y Barakaldo, desembarca en la capital vizcaina. Esa quinta provincia gallega que es la margen izquierda del Nervión ha respondido durante años a esta familia gastronómica. Bilbao, ciudad cosmopolita y políglota con tanto turista en sus arterias, tambiénfala galego, como se vio ayer en la multitudinaria puesta de largo de La Batea, donde acentos y apellidos del rincón en el que ni las meigas pueden evitar relamerse con la empanada, el pulpo, el lacón, los cachelos, los percebes y, por supuesto, omexillón. Y claro, todo regado con un buen Albariño o Ribeiro.

Así que la tierra del Eusko Label hace hueco en su corazón a la apuesta segura que es Galicia Calidade. Francisco González y José Manuel Almaraz están al frente del equipo de una docena de personas que atiende a los fogones y tras la barra en el restaurante que recibe los reflejos titánicos del Guggenheim. Todos ellos tuvieron trabajo de lo lindo ayer en el primer día de La Batea en el botxo, ya que numerosas personas, animadas porque su estómago no podía resistir la tentación, asistieron a su menú inaugural. Entre todas ellas, se encontraba Xabier Ochandiano, el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao, que, feliz, sonreía ante la apertura de un nuevo negocio en las calles de la villa, en concreto, en un pedazo de la capital con pedigrí hostelero. 

Patricia Mera, Millán González, Paqui Ortega, Nati Ortega, Puri Ruiz, Isabel Franco, Charo López, Alfonso González, Merche Casado, Claudia Peña, Ariane Krug, Jon Lantarón, José Salguero, Alazne Goenaga, Javier Miota, José Antonio Fernández, María Torres, Araceli Hernández, Sergio Perea, Tania López y Eneko González probaron los mejillones que no duraban ni un segundo en las incontables bandejas de La Batea, el establecimiento con el nombre de esa embarcación que salpica, sobre todo, las Rías Baixas  gallegas, como aquí lo hacen las traineras que se mueven con el pundonor de los remeros.

Eva María Díaz, Arantza Zulueta, Maika Rodríguez, Aline Hernández, Rosa Herrero, Sonia Alonso, Edurne Andrés, Toño Ortega, Manoli Ortega, Txomin Alias, Carmen Rosa, Pepa Isidro, Sara Moure, Inés Molina, Edurne Uriarte, Maite Couso, Inés Bravo, Santiago García, Iker Sánchez, Nagore Alonso, Julen VázquezyÁlex Gómez también formaron parte de los primeros platos de este nuevo fruto de la alianza vasco-galega, territorios, ambos, de mar y buen paladar. Bon proveito, on egin.